Si ya es díficil tener que llevar a cuestas las miserias con que las que la vida te va premiando, incluye una ración extra de la gente que conoces. De ahí sacarás un interesante coctel que te tienes que tragar.
En mi vida cotidiana hago varias diferenciaciones según la persona:
- Los amigos (esa gente 4x4 que te demuestran con el paso de los días que estan ahí y lo más importante, que puedes contar con ellos siempre)
- Los conocidos (personas con las que tienes confianza, pero la experiencia te dice que sólo y únicamente estan ahí para una copa. Se les podría comparar con los Power Rangers, porque sólo estan ahí en caso de necesidad)
- Los Pokemon (personas con las que un día, por pura casualidad te encuentras y con un poco de suerte lo "cazas", claro que esto es sólo si el "pokemon" está deacuerdo en quedarse en la Pokeball; en definitiva, si estan de acuerdo en entrar en cualquiera de los grupos anteriores)
¿A qué viene todo esto? Pues a lo siguiente.
Hace unas semanas y viendo que tenía demasiado tiempo libre que gastaba en conectarme en internet y conocer algún que otro "conocido" y varios "pokemon" me decidí a realizar un experimento, que consistía en via messenger intentar hacer que esas personas se conocieran. Para ello, primero pregunte a unos cuantos si les apetecía conocer a algún que otro de los contactos que tenía agregados (actualmente unos 120).
La verdad es que me quedé de piedra al ver, que la mayoría de la gente, al preguntarle me respondían que no les interesaba ... es decir, a mi me conocieron en un chat, pero no les interesa conocer a otra persona através de un medio que es muy parecido.
Aclararé que esto lo intente sólo entre los grupos de conocidos y pokemon, aunque también hubo uno del grupo de los amigos, que casualmente fue de los pocos que si quisieron que lo pusiera en contacto.
¿Y qué tiene que ver esta parida con el título?
Pues que curiosa la vida, porque mientras yo busco para los demás, mi vida sentimental sigue tan seca con el río Andarax. Esta es una buena metáfora, porque de vez en cuando te encuentras un poco de agua encharcada, donde felizmente salta un sapo. Pero claro, entonces llega un culebra y se lleva al sapo, y la charca queda otra vez solita y oliendo peste. Con un poco de suerte otro sapo llega, pero entonces llega un niño con un bote de cristal y se lo lleva.
Como es lógico el sapo ha tenido tiempo suficiente como ensuciar un poco más la charca, defecando en ella, y normal, la charca no se queja, aguanta paciente porque piensa que el sapo no se irá, hasta que se va.
(Esto va dedicado a todos esos sapos que se pararon en mi poza)
Gracias por su tiempo
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