viernes, 27 de junio de 2008

Un momento, por favor ...

... esa es la frase que más veces repito a lo largo de la mañana en mi nuevo rol de camarero.

Es curioso comprobar como cambia la gente cuando esta al otro lado de la barra. Calculo que a un 80% de la gente que a buena mañana viene a la cafeteria para que les prepare el cafe y la tostada, fuera de la cafeteria han de ser, de esas personas agradables (irónicamente hablando) con las que pasarías todo el tiempo posible y más. Este tanto por ciento de clientes a los que le daría con la bandeja en la cabeza, son los típicos que cuando me acerco a preguntar que quieren tomar, me contestan en un tono del tipo "Te contesto porque no me queda otra opción, porque si no, te ignoraba porque no eres de mi estatus".

Gracias a dios, el otro 20% son personas de trato agradable, con las que en su momento, da gusto mantener una charla.

El domingo me vinieron dos tios a cual mas "interesante". Fue una lastima que llegasen cuando estaba terminando de limpiar; es más, estaba sentados en una mesa, y claro, tenia que fregar el suelo ... el caso es que me acerqué y le pregunte si no les importaba sentarse en la barra. A las diez en punto se fueron, y fue una lastima, porque si fuera por mi, habría amanecido alli con ellos sentado y la cafeteria sin limpiar.

Últimamente ando con la líbido por las nubes, porque me había acostumbrado a un ritmo sexual que ahora, por mucho que intente no puedo llevar. El día menos pensado salgo en los períodicos por haber tratado de violar a algún cliente ...

Un saludo y gracias por si tiempo

martes, 17 de junio de 2008

Bendita ignorancia

¿Quien me iba a decir a mi que acabaría trabajando en la hostelería?

Llevo trabajando desde los 16 años; empecé en uno de los muchos almacenes de El Ejido, después me dejé llevar por la idea que hacía años me daba vueltas por la cabeza, entré en el ejercito ... y bueno, después de un par de intentos frustrados en el ambito del transporte ahora me veo en una cafetería.

La verdad es que no me puedo quejar, porque me resulta un trabajo un tanto relajante. Al ser uno de esos sitios donde no se puede fumar, la gente sólo viene a primera hora de la mañana, para la tostada y el café. El resto de la jornada es más tranquila, porque poco a poco va viniendo gente para tomarse un refresco o una cerveza.

Hoy he tenido una de esas experiencias que hacen que te rias y no puedas parar, pero claro, me he contenido porque no era plan de demostrar lo absurda que me parecía la conversación y el rumbo que ha tomado.

Me hallaba fregando unos platos y me han entrado un par de clientes, que se colocaron en la barra, a la altura del fregadero. El caso es que han empezado a hablar de los famosos 400€ de Zp, y bueno, no me he podido callar y he dicho lo que pensaba; que era una forma como otra cualquiera de demostrar lo tonta que es la gente, porque el actual Presidente sacó a relucir hasta la saciedad lo de los 400€, y claro, si en tu declaración no te sale a devolver como mínimo la citada cantidad, te quedas a dos velas. El cliente me ha empezado a explicar pacientemente que estaba bien, porque gente serían las beneficiadas ... ahi si que me he mordido la lengua, porque no hace falta decir que este cliente no tenia ninguna pinta de trabajar pintando fachadas ni en un almacen. Entonces ha pasado a explicarme que como el tanto por ciento del IRPF no varia de una nómina a otra (esto me lo salto porque es largo y aburrido) ...

Entonces yo, ni corto ni perezoso le he comentado que cuando era militar, el IRPF variaba de un mes a otro y que perfectamente podía encontrarme con que un mes me retenían un 9% y al siguiente el 18%. El señor en ese momento comenzó a decirme que eso era imposible, y claro, me contó que cuando el hizo el servicio militar ... calculo que el señor tendria unos 50 años, y de eso ya habrá llovido lo suyo, pero el seguía insistiendo.

Sin saber como, me ha sacado el tema de que en el Estatuto de los trabajadores ... y claro, le he recordado que eso para los militares no existe, pero seguía en sus quince.

Hoy en el trabajado he aprendido dos cosas:

1º Si no puedes evitar callarte, el cliente siempre tiene la razón.
2º No importa que me guste el café bien cargado, a los clientes no.

Un saludo y gracias por su tiempo

miércoles, 4 de junio de 2008

La reina de la noche

Este fin de semana vino un colega con unos amigos suyos de Málaga, y claro, aqui se aplica el dicho de "los colegas de mi colega, son mis colegas". El caso, es que el sábado les hice un Tour por los pubs de ambiente de Almería, y bueno, no se que impresión les darían, pero yo recordé porque hacía tantos meses que no los pisaba.

Pasaron toda la noche insistiendome en que el ambiente de Málaga es mucho peor, porque la gente va con la moral muy subida y sin camiseta; a lo que yo contestaba que el de Almería le ganaba, porque no sólo la gente iba con la moral por las nubes, si no que, no creo que hubiera más de dos o tres a los que no me habría importado ver sin camiseta.

No se cuantas veces ví pasar del cuarto de baño a la puerta a un grupito de chicos que no pasarían de los diecinueve, luego, por proximidad, una pareja de hombres ya entrados en años que se dedicaron a dar el espectaculo de "A mi no me van locazas"; a la par fue curioso, porque mientras uno se dejaba manosear por mi colega, el otro no apartaba la vista de mi y de otro de los malagueños. En definitiva, que los pubs de ambiente deberían llamarse Cafe-teatro, porque dentro se ve cada película que ni dirigida por Amenabar en colaboración con Almodovar y producida por Steven Spilberg.

Ahora empiezo a comprender a esos tios que te encuentras en los chats y lo primero que te preguntan es si vas por el ambiente ...

Un saludo y gracias por su tiempo