domingo, 17 de mayo de 2009

Soy una persona, no un radar ... piiiiii piiiiii

¿Por qué cuando alguien se entera de que soy gay la conversación siempre va en el mismo sentido?
Siempre aparen las mismas preguntas.
- ¿ Y no lo has probado con una mujer?
- ¿ Y desde cuando lo sabes?
- ¿ Y estas con alguien?
- ¿ Y crees que "tal persona" es gay?

Esa última pregunta es mi favorita.

Desde que empecé a moverme por este mundillo, siempre pensé que sería capaz de reconocer a uno de mi misma "especie", pero la cosa no es nada sencilla. Si bien es cierto que en la mayoría de los casos, es evidente, hay otras personas que no funcionan con las mimas reglas.

"La pluma" ya no es algo endémico del gay, porque la moda metrosexual ha hecho estragos. Ir de "fashion" por la vida se extendió durante años por el mundo, ni que decir tiene que en esto tuvo bastante que ver cierto futbolista. Pasamos de ser el país de los hombres con pecho de alfombra de pelo a, el país de la cera tíbia.

Volviendo al tema del post, diré que esa pregunta siempre me ha hecho remover las tripas. ¿A quién le importa con quien te acuestas? ¿No se supone que este es país libre? Entonces ¿Por qué a la gente le importa?

Una de las posibilidades, es que haya gente con una vida tan sumamente aburrida, que necesite de estas cosas para poder llenarla. ¿Pero no sería mejor llenarla con buenos libros, viajes o cualquier otra cosa que no implique empaparte de la vida de nadie?

Anoche por ejemplo. Una mesa repleta de gente y a mi lado, una de esas mujeres encantadoras y dulces hasta la diabetes. Acerca discretamente su boca a mi oido y me dice.

- ¿ No te parece que "tal" parece?
- La verdad es que no me he fijado, pero tampoco es que me importe, porque no es mi tipo - le respondo yo.
- Pues yo tengo mucha intuición, y te digo que "tal" es gay

¿Los de la intuición no eramos los gays? ¿De verdad hay que gente que viene de serie con un radar de gays? Y lo más importante; si dicho radar no es una leyenda urbana ¿por qué la sabia madre natura se lo dio a una mujer?

En mi caso, ese radar no serviría de mucho, más que nada porque siempre llevo demasiadas cosas en la cabeza como para poder sospechar de nadie.

Esto queda como un misterio más, puesto que siempre habrá defensores y detractores. Yo me quedo en medio.



Un saludo y gracias por su tiempo

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