sábado, 22 de diciembre de 2007

Este verano me voy a ...

... a ninguna parte, porque con la suerte que tengo ...
Seguro que digo de ir a Gizeh, a ver las pirámides y ocurre algún tipo de accidente estelar ( de esos que no cubren algunos seguros de coches), cae un meteorito y se carga las mismas.
En mi último viaje por ejemplo, me fui a Málaga a conocer a una de esas personas que te vas encontrando por internet y te caen bien. Mi buena suerte comenzó cuando el Lunes reservé el alojamiento y esa misma noche cogí la gripe o similar. El caso es que me pasé toda la semana en cama, porque no era cosa de tener que anular el viaje, cuando ya lo tenía todo listo.
Llegó el viernes, y bueno, aun tenía alguna molestia, pero me monté en el coche y cogí la autovía ...
No se con precisión cuanto tarde en llegar, el caso es que quedé con el colega malagueño y comimos juntos. Me enseñó algo de Málaga y tal. Al caer la noche, mi buena suerte comenzó a entrar en juego, porque mi amigo se puso malito. Él se fue a su casita y yo a mi hotel ...
¿Qué opciones tenía? Pues podía volver a Almería o quedarme; lógicamente elegí quedarme y aunque fuera yo sólo, darme una vuelta.
No es que tenga nada en contra de la ciudad, pero he descubierto que Málaga no me gusta.
Puede que una de las cosas positivas que saqué de este viaje fuera el poder comer el sábado con un amigo al que hacía mucho que no veía; que se fue a vivir a Torremolinos.
Gracias por su tiempo

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