lunes, 24 de marzo de 2008

Mundo, aburrido mundo

¿Cuantas cosas le pueden pasar a una persona de la calle por la cabeza a lo largo de un día? Según parece no las suficientes.

Es sorprendente lo que han cambiado las programaciones de las televisiones. En lugar de apostar por programaciones que hagan pensar un mínimo a los telespectadores, se dedican a llenar la parrilla con famoseo, realitys y todo tipo de programas sin una base lógica.

Ahora, cabe pensar, que no se es nada si no te sabes de memoría la vida del famoso de turno que salio hace tres semanas en la portada de cualquier revista "del corazón". Estas revistas, siendo fiel a la verdad, tienen su lado bueno; por lo menos el que las compra lee.

Para echar de comer a parte, son la cantidad de programas tipo reality. Le pongan el nombre que le pongan, todos son iguales. Ya sean "famosos" en una isla o un grupo de jóvenes que quieren abrirse un hueco en la industría de la "música" (o ambas cosas). Por poner un ejemplo, la cantante Rebeca (la del Duro de pelar), casí había desaparecido del mundo de la música. Sin embargo, cuando entro en Supervivientes, en la radio volvieron a poner sus canciones y otra vez volvía a sonar en los pubs.

Desde el principio de los tiempos, siempre han existido personas a las que parece darle alergia tener que trabajar. ¿Qué mejor manera de ganarse la vida que vivir del cuento? Es decir, de contar su propía vida o de cualquier otro, y lo que no se sabe, se inventa.

Ahora la moda es atacar a la Familia Real. Lo que hace unos años era tema tabú, ahora es el pan nuestro de todos los días. Esto se debe a que vivimos en un país donde existe libertad de expresión. ¿ Por qué se debate sobre el moño con tirabuzones que llevaba la semana pasada,o si merece ser la futura Reina con el mismo impetu?

Al igual que hay un horario llamado "Infaltil" donde se criban los programas, ¿por qué esa misma selección se hace con el resto de programas?

La gente se queja de que hay violencia en las aulas e inseguridad en las calles; pero es que ahora toca recoger lo sembrado durante años de dejadez televisiva. La televisión ha educado a más jóvenes en los últimos diez años que los propios padres, porque una imagen sigue valiendo más que mil palabras.

Por lo que a mi respecta, ya estoy cansado de basura en forma de imagenes y sonido. Formo parte de esa clase de gente que poco a poco va rompiendo su relación con la novia de toda la vida (la televisión) y busca quien la sustituya (en mi caso internet).

Un saludo y gracias por su tiempo

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